¿Qué sería de una película sin una buena música que la acompañe? Pocos se han preguntado esto, en ocasiones, algunos incluso atribuyen la magnificencia y grandeza de los filmes únicamente a la trama y escenas de los mismos. No obstante, y muchas veces tras bambalinas, la música juega un papel crucial dentro de cada cinta. Es la encargada de ponerle sabor y emoción, pudiendo hacer una diferencia notable entre lo bueno, y lo extraordinario.

La música de Disney

Disney, siendo una de las empresas más exitosas del mundo, conoce perfectamente lo que la música representa en la industria del cine, y ha sabido conjugarla con cada una de sus películas, dejando tras de sí una numerosa cantidad de grandiosas historias, que, para muchos, quedarán grabadas en nuestras mentes y corazones para siempre.

El éxito de las películas de Disney está trazado por muchos factores, pero sin duda alguna, uno de ellos, y de los principales, es la musicalidad que tienen sus filmes. Las canciones que la empresa imprime en cada escena han pasado a convertirse en verdaderos clásicos, recordadas por generaciones y sumamente emocionales. Lo que nos deja a muchos con el cuestionamiento ¿qué hace tan extraordinarias las canciones de Disney?

Efecto musical en el cerebro

Fisiológicamente, las ondas musicales viajan desde nuestros oídos hasta la corteza cerebral, pasando por el sistema nervioso central, el encargado de regular nuestros sentimientos y emociones. Por lo tanto, cualquier sonido genera un estímulo directo. Aunado a esto; desde que nacemos estamos percibiendo sonidos: canciones, ruidos, voces, etc. Estos sonidos (estímulos) se procesan en el sistema nervioso central como alguna emoción en particular, diferente para cada persona, y se guardan en la memoria como recuerdos. Razón por la que muchas melodías nos son familiares y hasta despiertan ciertos sentimientos de manera automática.

Ahora bien, en palabras generales, cada persona tiene en su memoria una caja de recuerdos que han estado acompañados de sonidos y, por lo tanto, de emociones. En su ensayo ‘On repeat: how music plays in the mind’, Elizabeth Margulis menciona un punto de suma relevancia para el caso: “gran parte de la música que escuchamos ya la conocíamos”. Esto no quiere decir que hayamos escuchado la misma canción, sino que nos es familiar por ciertos sonidos, voces, notas, melodía, etc, que ya teníamos guardados en nuestra memoria.

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Por lo tanto, mientras más sonidos percibimos, más recuerdos asociativos a emociones vamos guardando, y así progresivamente.

Estructura musical de Disney

Walt Disney, sabía perfectamente el papel que la música representaba en sus películas, y por ello daba a los músicos una importante relevancia en la elaboración de los filmes, colocándolos al mismo nivel que a los diseñadores. Además, era consciente del efecto que causaría en sus espectadores: despertar emociones gracias a los recuerdos sonoros, y generar nuevos recuerdos cargados de sentimientos.

Como común denominador, la música de Disney comparte ciertas características que la diferencia de otras melodías o de otras bandas sonoras, y son las mismas que hacen mella en nuestra memoria y recuerdos.

–       Melodías generales: Con frecuencia nos encontramos con canciones muy elaboradas, con progresiones y ritmos cambiantes o muy sofisticados. Disney deja todo eso de lado y genera melodías muy digeribles para todas las edades, sencillas y simples.

–       Doble versión: Disney juega con la forma de presentar la música. Primero muestra una versión orquestal de las canciones, que se repite en varias escenas y en varios planos (de fondo). Y después la versión cantada, que es la misma melodía, pero con voz, y usualmente en una escena particular que la destaca. Para cuando se llega a la segunda parte (la versión cantada), nuestras mentes ya están familiarizadas con el ritmo, por lo que resulta familiar y agradable.

–       Adaptación del momento: Las canciones de Disney se adecuan mucho a las tendencias rítmicas del momento o época, pues así resultará mucho más fácil identificarse con ellas. Por ejemplo, las canciones de las antiguas princesas se escribían en una estructura de Vals (3/4), mientras que las más recientes, como ‘Libre soy’, cuentan con una estructura más pop (4/4).

–       Sencillez en la letra: Al igual que las melodías y secuencias musicales, las letras de las canciones son extremadamente simples y cortas, permitiendo a todo público recordarlas con facilidad y, sobre todo, interiorizarlas. Disney, además, adapta la letra de sus canciones a diversos idiomas y a sus culturas, por lo que no resulta extraño que las mismas canciones en otro idioma nos parezcan raras o simpáticas.

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–       “Mickey Mousing”: Este concepto hace referencia a la musicalización de todo el entorno en una escena o secuencia. De esta manera, todo el panorama, personajes, ambiente y recursos adicionales parecen estar al ritmo de la canción o música de ese momento.

–       Late motiv: Este segundo concepto se utiliza para nombrar los momentos en los que suena y que describe una canción determinada. Están cargados de una emoción o sentimiento en particular, como el amor en ‘Esta noche es para amar’ de ‘The Lion King’. Es justo en estas secuencias, donde se presentan las versiones cantadas de las canciones, como mencionamos anteriormente.

Disney ha hecho un extraordinario trabajo cuando se trata de musicalizar sus películas, nos ha dejado un sinfín de recuerdos inolvidables y extraordinarias experiencias. Sin duda alguna, la combinación y sincronía perfecta con la que unen las imágenes y la música dan como resultado una historia con la cual nos identificamos, y que realmente sentimos.