Los avances tecnológicos del nuevo siglo han sido exponenciales, jamás en la historia se habían desarrollado tan rápido como ahora. Con estas nuevas tecnologías la humanidad ha sido capaz de resolver diversos problemas que antes parecían imposibles. Sin embargo, también representan una nueva amenaza cuando se encuentran en las manos equivocadas.
Entre estos desarrollos, se encuentran las computadoras u ordenadores cuánticos, sistemas de análisis de información que ya han puesto nerviosos a muchos gobiernos por su tremenda capacidad resolutiva. Pero, ¿por qué son tan peligrosos?
¿Qué es una computadora cuántica?
Para entrar en contexto sobre este tema, definamos lo que una computadora ordinaria significa:
Máquina electrónica capaz de almacenar información y tratarla automáticamente mediante operaciones matemáticas y lógicas controladas por programas informáticos.
Para almacenar y tratar esta información, las computadoras ordinarias utilizan bits, un lenguaje binario de 0 y 1. Esto significa que, aunque algunos más rápidos que otros, los ordenadores comunes procesan un dato a la vez. Por otro lado, las computadoras cuánticas usan el qubit, o quantum bit, como unidad fundamental de información. El qubit consiste en sistemas cuánticos de baja excitación de energía definidos como 0, y niveles de alta excitación de energía definidos como 1. A diferencia de los bits tradicionales, los qubits se pueden encontrar en cualquiera de los infinitos estados intermedios de 0 y 1, por lo que su capacidad de procesamiento se vuelve infinitamente más rápida.
Imaginemos por un momento la resolución de una serie de problemas matemáticos. Mientras que una computadora tradicional resolvería uno por uno de manera rápida, un ordenador cuántico resolvería todos al mismo tiempo, y consideraría variables de todo tipo para llegar al resultado más certero de cada uno de ellos.
La ciberseguridad de las criptomonedas en juego
Al igual que muchos otros sistemas, las criptomonedas están protegidas por una tecnología llamada Criptografía de Clave Pública, que combina una clave pública visible en general, con una clave privada que solo el usuario conoce.
Si las computadoras cuánticas; que según el profesor Jian-Wei Pan (creador del ordenador cuántico más potente del mundo y un científico al que la revista ‘Nature’ calificó como el “padre de lo cuántico”) llegarán a su ‘punto’ en 5 años; logran realmente entregar la capacidad prometida, podría significar el fin y la obsolescencia de sistemas de seguridad como la criptografía de clave pública. Con una capacidad como la antes mencionada, todos los sistemas de ciberseguridad quedarán a merced del tiempo que un ordenador cuántico tarde en descifrarlos y romperlos por completo.
La nueva era de la seguridad
Actualmente, numerosas empresas e instituciones ya han comenzado a desarrollar sistemas de seguridad más complejos y robustos, que puedan hacerle frente a tan acelerada tecnología. No obstante, es un reto que los ha estado rebasando más y más. Entre estas se encuentran el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) del Gobierno de EU, Ethereum Project, Cambridge Quantum Computing, Quantum Resistant Ledger, Hyperledger Foundation y Bitcoin Post Quantum, que se han enfocado en la mejora de las redes de Blockchain.
Aparte de los miles de millones que podrían desaparecer de los portafolios criptográficos de millones de personas, imaginemos el riesgo que un ordenador cuántico representa para naciones completas. La información que se puede ver comprometida en cuestión de segundos, y las repercusiones políticas que esto traería consigo.
Por ahora, las computadoras cuánticas todavía necesitarán de algunos años para desarrollarse por completo, sin embargo, en manos de gobiernos como Estados Unidos o China, serán, sin duda alguna, un arma favorable contra sus adversarios políticos y/o económicos. Y aunque el riesgo no es palpable todavía, el matemático Dustin Moody, del NIST explica “la amenaza es que copien tus datos encriptados y los guarden hasta que tengan la computadora cuántica”.
Algo que no podremos negar, es que esta tecnología será una realidad, y por más que deseemos apartarnos de ella, no será posible. Lo único que podemos hacer es informarnos, mantenernos actualizados sobre estos avances y ser prudentes con el uso y aplicación que se les dé.
