Está siendo un año de locura en los medios. Los 34.000 millones de euros de Comcast por Sky fijan un nuevo estándar para el exceso. Disney también pagó una suma extravagante por partes del imperio de Rupert Murdoch, incluida una participación en Sky: venderla le permitiría reducir deuda o ganar potencia de fuego para combatir a rivales como Netflix.
En una inusual subasta en sobre cerrado realizada el sábado, la empresa de cable de EE UU salió victoriosa con su oferta de 17,28 libras por acción, superando la de Fox de 15,67 libras. Para obtener el control, Comcast necesita que los inversores de Sky se desprendan de al menos el 51% de sus acciones. Pero con un precio tan espléndido –más del doble que el precio de Sky antes del intento de compra por Fox de 2016– la decisión es obvia.