PepsiCo anunció este lunes la adquisición de la compañía de bebidas israelí SodaStream por 3,200 millones de dólares, en un momento en el que el gigante estadounidense afronta una baja en la demanda de bebidas azucaradas en medio de una tendencia creciente de consumo saludable.
La compra de SodaStream, fabricante de máquinas para carbonatar el agua del grifo, responde a una estrategia de diversificación que tanto PepsiCo como su archirival Coca-Cola están llevando adelante, en parte para contrarrestar los impuestos al azúcar que distintos países han introducido para combatir la obesidad.