El Internet de las cosas sigue en franco crecimiento, y aunque en México la disponibilidad de dispositivos y aplicaciones siguen siendo limitadas, la realidad es que tarde o temprano nos encontraremos sumergidos en un entorno altamente interconectado.
Tal vez esto parezca difícil de creer cuando hoy en día sentimos que ya vivimos un mundo de total interconexión entre las personas, principalmente a través de nuestros teléfonos, sin embargo el paso adelante es un mundo donde casi cualquier aparato que utilizamos en nuestra vida diaria también estará disponible a través de internet.
De que se trata el Internet de las Cosas.
La idea principal de conectar casi cualquier dispositivo es tener la posibilidad de monitorearlo, controlarlo u obtener retroalimentación en tiempo real de las funciones que realiza. Pensemos por ejemplo en aparatos electrodomésticos, linea blanca o incluso cada foco de nuestra casa. De esta forma podemos programar remotamente la hora en que queremos que nuestra cafetera inicie a preparar el café de la mañana, fijar la temperatura del aire acondicionado o bien encender las luces de la casa y cambiarlas de color a nuestro gusto.
Otro caso interesante es el uso de botones de tablero, como el caso de los Amazon Dash Buttons, que son botones físicos que pueden ser programados para llevar a cabo una operación vía internet al ser activados. Amazon actualmente ofrece estos botones para productos tales como: detergente, jabón, alimentos para humanos y para mascotas; por medio de los cuales podemos colocar una orden de compra con el simple hecho de presionarlo. El usuario puede ubicar dicho dispositivo cerca del lugar donde utiliza el producto y ya no tendrá que abrir su teléfono para recomprarlo en la misma cantidad o presentación que siempre acostumbra.
Si bien el smartphone se ha convertido en la llave para realizar una cantidad importante de nuestras actividades o intervenciones con dispositivos que ya permiten una conexión a Internet, la verdad es que también resulta muy complejo depender únicamente de este. Esto además se vuelve más evidente y complejo con los dispositivos que empezamos a adoptar en nuestra casa y que son utilizados por múltiples usuarios (como las luces o electrodomésticos).
Señalado lo anterior, es aquí donde las smart speakers adquieren relevancia, ya que ocuparán un papel determinante como nuestro acceso e intercomunicación con el Internet de las cosas.
Que són las Smart Speakers.
Antes que nada debemos entender bien el concepto de Smart Speaker. De acuerdo con Wikipedia, este concepto se refiere a un tipo de bocina o dispositivo de comando de voz que integra un asistente virtual (Inteligencia Artificial) que permite la interacción con el usuario.
Amazon Echo era hasta el año pasado el dispositivo más vendido, se estima que este año dos tercios de los usuarios en Estados Unidos utilicen uno, sin embargo Google se ha convertido en el actual líder en ventas de smart speakers. Estas dos empresas dominan el mercado con una oferta de productos para diferentes presupuestos que empiezan desde los $39.99 dólares.
Las ventajas de las Smart Speakers sobre otros dispositivos es que estos pueden controlar múltiples dispositivos y brindar acceso a diferentes usuarios, con lo cual no se requiere estar buscando o pidiendo prestado el teléfono para poder realizar alguna acción. Su objetivo es convertirse en un concentrador o interfaz dentro de una habitación o una casa que permita hacer uso del Internet de las Cosas de forma sencilla.
El Papel de la Inteligencia Artificial.
Como la definición anterior de las smart speaker lo especifica, estas cuentan con un elemento de Inteligencia Artificial que es la interfaz que permitirá a los usuarios interactuar con los dispositivos y llevar a cabo acciones. Debido a lo anterior, el nivel de desarrollo del asistente IA es de suma importancia para definir las capacidades de la smart speaker.
Amazon tiene a Alexa, mientras que Google cuenta con su asistente, el mismo presente en los dispositivos Android. Estas dos opciones tienen capacidad para llevar a cabo tareas comunes o activar el uso de dispositivos IoT (Internet of Things).
Alexa tiene como uno de sus principales ventajas el hecho de que puede tener acceso a la compra de más de 15,000 artículos en la tienda Amazon. Cuenta con comandos básicos y la posibilidad de interactuar con algunos dispositivos actualmente disponibles en el mercado. Sin embargo, su sistema de IA es más limitado, y no es capaz de reconocer o interpretar ordenes que se dan en un lenguaje más casual.
Por su parte Google Assistant cuenta con una de las mejores IA disponibles para aparatos de consumo generalizado. De igual forma tiene la posibilidad de controlar dispositivos mediante comandos de voz, pero su mayor desarrollo y conocimiento acumulado por parte de la compañía le permiten entender mejor el lenguaje y su contexto.
Las Smart Speakers como llave al Internet de las Cosas.
Los dispositivos IoT ofrecen ventajas sobre productos convencionales gracias a la posibilidad que les brinda el hecho de estar interconectados. Esta cualidad les permite ser controlados a distancia, modificar sus configuraciones desde aplicaciones asociadas, permanecer actualizados, conocer su estado y actividad, interactuar con otros dispositivos, entre muchas otras cosas.
La posibilidad de que pronto nos encontremos rodeados de estos aparatos en nuestro entorno es alta, y el teléfono no será necesariamente el punto de convergencia en entornos compartidos. Las smart speakers junto con su IA, y en gran parte gracias a que tienen precios más baratos que un smart phone, podrán encontrarse en múltiples ubicaciones dentro de nuestras casas y oficinas.
Su conveniencia las hace ideales como el enlace para que las personas interactúen con los dispositivos IoT compartidos, como pueden ser las luces, televisores, aires acondicionados o sistemas de audio. De esta forma cualquier persona que entra en una habitación puede utilizar estos dispositivos sin preocuparse de cargar un smartphone y una app específica.
Una de las ventajas de la IA en algunas de las Smart Speakers disponibles en el mercado actualmente es el hecho de que pueden tener la capacidad de identificar a los usuarios a través de su voz, con lo cual el dispositivo tiene la posibilidad de llevar a cabo acciones personalizadas. Por ejemplo, si un usuario pide fijar una cita en el calendario, esta se registrará en su calendario personal gracias al reconocimiento de voz.
La vida en el universo del Internet de las Cosas
Son las 18:05 de un martes como cualquier otro. Terminamos nuestras actividades laborales y nos disponemos a viajar a casa en nuestro auto. Al encenderlo, la pantalla de nuestro tablero nos muestra la ruta más rápida a casa y nos recuerda que debemos pasar a recoger ropa en la tintorería. Iniciamos nuestra ruta a casa escuchando nuestro podcast favorito, el cual se reinicia desde el minuto exacto en el que lo habíamos pausado al salir de nuestra oficina.
El tráfico no lo evitamos, pero definitivamente las rutas sugeridas nos ahorran valiosos minutos. Al llegar a casa, bajamos del auto con las manos llenas entre nuestro portafolios y la ropa de la tintorería, pero no nos preocupamos porque justo al acercarnos a la puerta de entrada, esta abre al identificar nuestro teléfono sin sacarlo del bolsillo. Las luces se encienden junto con la apertura de la puerta, así como también nuestra pantalla sintonizando nuestro programa favorito.
Manchitas llega a saludarnos y a recordarnos que es hora de comer. Le servimos alimento en su plato y vemos que esta a punto de terminarse. Apretamos un botón colocado justo al lado de donde guardamos el alimento y lo único que debemos de preocuparnos mañana es de recibir en la puerta de nuestra casa un nuevo bulto de la marca preferida de nuestra mascota.
Es el momento de descansar, así que pedimos a nuestro Smart Speaker que suba el volumen de la televisión y que programe la cafetera para preparar 2 tazas de café. El asistente de voz nos indica que el café esta listo, tomamos la taza y al sentirla muy caliente derramamos un poco de café en el piso. Dejamos el incidente atrás mientras le pedimos nuevamente a nuestro asistente que active el robot trapeador en la zona de la cocina.
Las 10 de la noche es la hora de empezar un capítulo más de House of Cards, así que metemos una pizza congelada al horno y pedimos nuevamente ayuda a nuestro asistente virtual. Le pedimos fijar un temporizador de 15 minutos para que no se nos queme la pizza, atenuar las luces, fijar la temperatura del cuarto en 24 grados e iniciar la reproducción de nuestra serie.
Bienvenidos al Internet de las Cosas, ahora sólo me queda pedirle a mi Smart Speaker que publique este texto y apague las luces para ir a dormir.
