Investigadores patrocinados por Elon Musk y por el inversionista Sam Altman, de Silicon Valley, encontraron una forma novedosa de usar software para enseñarle nuevas tareas a una mano robótica de aspecto real, lo que podría abaratar los costos de entrenar robots para hacer labores que son fáciles para los humanos.
Los desarrolladores de OpenAI, grupo dedicado a la creación de inteligencia artificial sin fines de lucro, dijeron que habían enseñado a una mano robótica a rotar un bloque de varios colores hasta que el lado deseado quedara hacia arriba.