Un banco propiedad del gobierno chino abrió una sucursal automatizada que está equipada con software de reconocimiento facial, una sala de realidad virtual, una máquina de hologramas, robots parlantes y pantallas táctiles para pagar cuentas de servicios públicos.
Un banco propiedad del gobierno chino abrió una sucursal automatizada que está equipada con software de reconocimiento facial, una sala de realidad virtual, una máquina de hologramas, robots parlantes y pantallas táctiles para pagar cuentas de servicios públicos y cuotas del Partido Comunista, entre otras funciones.