Cada día se publican 500 millones de tuits. Esta cifra es un fiel reflejo de la dimensión que han alcanzado en unos pocos años las redes sociales como medio de comunicación. Twitter, Facebook, LinkedIn, Youtube y, más recientemente, Instagram son un potente escaparate en donde se mueve información, se opina y debate y, sin duda, se influye. La abogacía, un sector tradicionalmente conservador, no se ha mantiene ajena a esta revolución y el uso de estas herramientas se ha extendido entre sus profesionales, conscientes de las ventajas y beneficios de participar en las redes para captar clientes y comunicarse con ellos. Pero no se trata solo de estar, también hay que conocer y saber utilizar los distintos canales; tener claro qué se quiere y cómo conseguirlo.

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