Pocos países festejan San Valentín tan a lo grande como Estados Unidos y, ni hablar, esa fiebre te contagia. ¿Sabías que cada estadounidense gasta entre 120 y 140 dólares anuales cada año en los regalos que dará ese día a su pareja y a sus seres queridos? Las cifras son de la Federación Nacional de Minoritas (NRF por sus siglas en inglés).
Cuenta la leyenda que en tiempos de los romanos hubo un médico llamado Valentín que se convirtió en sacerdote. Esto fue unos 300 años antes de Cristo. En aquella época, gobernaba un emperador de nombre Claudio, quien decidió prohibir todas las bodas entre jóvenes porque los solteros eran mejores soldados para sus ejércitos.
El sacerdote Valentín no estaba de acuerdo. Y, desafiando al emperador, empezó a celebrar bodas en secreto entre los jóvenes enamorados que le pedían este sacramento. Esto le hizo fama de protector de los enamorados.