Donna Gunner era una adicta a la Coca Cola, un problema que se llevó 20 años de su vida y una fortuna de más de 69.000 dólares invertidos, aproximadamente.
Donna Gunner sabía lo que hacía y reconocía que tenía un problema, pero no podía hacer nada ante ello. Ella cada semana tomaba al menos 70 litros de gaseosa.
Sus problemas se fueron agravando con el pasar de los años llevándola a sufrir de diabetes tipo dos. Su cuerpo recibía aproximadamente 1 kilo de azúcar y 4.170 calorías por día, cuando los médicos recomiendan solo 2.000 calorías diarias.
Ver nota completa