El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)  un acuerdo que cumple ya 25 años desde su firma. Su principal objetivo ha sido crear condiciones favorables que permitan fortalecer el comercio y cooperación económica entre sus países miembros (Estados Unidos, Canáda y México).

A diferencia del caso de la Unión Europea, este tratado no crea instituciones o legislación supranacionales, ni tampoco implica la adopción de una moneda única, buscando así respetar la soberanía de sus integrantes.
Hoy en día y por motivos principalmente políticos, el tratado se ha convertido en un tema preponderante en los espacios noticiosos, así como también una influencia en el comportamiento de los mercados financieros.

El factor Donald

Donald Trump como candidato a la presidencia de los Estados Unidos dedicó una parte importante de sus mensajes para criticar abiertamente el tratado, prometiendo a sus millones de seguidores salir de dicho acuerdo si este no ofrecía “condiciones favorables” para los intereses de su país. Ahora como presidente, se dio a la tarea de ordenar desde sus primeros días en el cargo una revisión de las condiciones actuales del comercio con sus principales socios comerciales, y posteriormente, entrar en un proceso de renegociación del mismo.

De forma premeditada se quiere culpar al tratado de libre comercio de haber permitido el deterioro de muchas industrias norteamericanas, como por ejemplo el caso de la automotriz, así como también de causar problemas de desempleo debido a condiciones competitivas desfavorables para los trabajadores estadounidenses.

Para rematar el tema se habla también de forma vehemente sobre el déficit que nuestro vecino del norte padece en esta relación, sin embargo, es importante analizar la veracidad de estas afirmaciones para entender mejor quienes y como se pueden ver más afectados ante su posible cancelación.

La incertidumbre actual sobre el futuro del TLCAN solo ha beneficiado por el momento a los especuladores que saben aprovechar el nerviosismo de los mercados, y en la mayoría de los casos se apunta a México como el integrante que saldría más perjudicado por los resultados de las actuales renegociaciones.

Mitos y realidades

Primero, me parece importante señalar que el desempleo y pérdida de trabajos en industrias de los Estados Unidos, como el antes mencionado ejemplo de la automotríz, no tienen su origen en las inversiones y operaciones de manufactura creadas o trasladadas a México bajo el marco de este tratado.

 Siendo simplista, pareciera que la razón para este tipo de movimientos radica solo en la oferta de mano de obra barata por parte de nuestro país, pero la verdadera razón tiene más que ver con la integración de cadenas productivas y logísticas resultantes de una economía globalizada.

 Por un lado, podemos observar que las economías más poderosas se inclinan por priorizar el florecimiento de industrias basadas en el servicio de valor agregado o la investigación y desarrollo. De la mano de esta situación, su población también empieza a evolucionar, al punto de que son pocas las personas que quieren emplearse como obreros en líneas de producción o trabajos más físicos. Lo anterior es una de las causas por la cual los trabajos en industrias como la agricultura o la construcción en los Estados Unidos terminan siendo ocupados por indocumentados. Aunque muchas veces quiera culparse a estos de quitar los trabajos a los locales, la realidad es que estos últimos no tienen el interés en realizar ese tipo de ocupaciones.

 A ojos de las empresas, estos trabajos no brindan valor agregado a sus productos o servicios, por lo cual se busca reducir sus costos a toda costa. Ésto bajo el tratado de libre comercio implica decantarse por usar mano de obra más barata en un país vecino y de paso aprovechar grandes beneficios en logística y distribución. Pero bajo otras circunstancias, la realidad es que los obreros podrían ser reemplazados con tecnología si esto resultara más conveniente.

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 La industria automotriz de los Estados Unidos no se desplomó por culpa de las inversiones en nuestro país, su error fue haber sido incapaz de entender las nuevas reglas del negocio bajo una economía cada vez más global y comunicada. De esta forma General Motors fue declarada en bancarrota y desplazada como el mayor productor de autos a nivel mundial, lugar que han alternado Toyota y Volkswagen en los últimos años, quienes han demostrado la importancia de contar con una estrategia global e integradora.

La falacia del Déficit

Otro de los temas más explotados por los opositores del tratado en los Estados Unidos es el déficit comercial con México. A esta situación se le quiere presentar como una evidencia de la disparidad en los beneficios del tratado y una causa del declive de su economía.

Estas argumentaciones resultan totalmente falsas si consideramos lo siguiente:

Participación desequilibrada

Primero, es importante mencionar que México como el 3er socio comercial más importante para Estados Unidos tiene un déficit comercial 5 veces menor que el que enfrenta nuestro socio contra China (62.9 miles de millones vs 347.9 miles de millones respectivamente). Puesto de otra forma, las exportaciones de E.E.U.U. a México representan aproximadamente el 44% del total de las operaciones comerciales entre ambos países, mientras que en su relación con China, el porcentaje de participación se acerca únicamente al 20%.

Como se puede observar claramente, la relación comercial con México es más equitativa, ya que nuestro país no solo provee de bienes a Estados Unidos, también se ha convertido en un mercado atractivo para los bienes y servicios norteamericanos. Aun más importante, nuestra cultura y comportamiento de compra están tan compenetrados con nuestros vecinos que nos hemos convertido en un mercado complementario que permite a muchas empresas generar economías de escala.

¿Afectación a las empresas Norteamericanas?

Otro punto a considerar radica en que las empresas Norteamericanas suelen hacer negocios globalmente, razón por la cual suelen contar con importantes inversiones en otros países, como es el caso de México, sin embargo estos ingresos no se ven reflejados en la balanza comercial.

Por ejemplo, cuando Ford México exporta autos a los Estados Unidos y otros países, obtiene utilidades en nuestro país que eventualmente serán trasladadas a la empresa matriz. Las exportaciones están consideradas en la Balanza Comercial de ambos países, no así las utilidades obtenidas por sus inversiones.

Durante los primeros días de Noviembre del presente año y en medio de las renegociaciones del TLCAN, las cuales se han prestado para una cantidad importante de especulaciones sobre su continuidad, la coalición denominada “Driving American Jobs”  se ha pronunciado a favor de la continuidad del mismo. Dicha organización esta encabezada por General Motors Co, Toyota Motor Corp, Volkswagen AG, Hyundai Motor Co y Ford Motor Co, quienes respaldan también una campaña publicitaria para informar a la CasaBlanca y los votantes como dicho acuerdo ha sido crucial para impulsar el sector automovilístico estadounidense.

 Otro tema importante a considerar son los ingresos por regalías, servicios y propiedad intelectual que muchas de las grandes empresas de los Estados Unidos (ej. Apple, Microsoft, Starbucks, etc) gestionan a través de subsidiarias en Irlanda o Holanda y que tampoco se reflejan en la relación comercial. Esta técnica conocida como Double Irish With A Dutch Sandwich les permite reducir de forma importante el monto de impuestos sobre sus utilidades, y México como país no solo no se beneficia de esta situación, sino que también es afectado.

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¿Quién pierde si el TLCAN se cancela?

La respuesta es muy simple: Estados Unidos, México, y Canadá.

Es muy fácil señalar que el tratado ha fracasado cuando los datos que se utilizan para medir su efectividad no se leen de forma correcta o simplemente si no tomamos en cuenta todo el contexto.

 Los 3 países pierden porque dejarían de ser un mercado integrado que es atractivo a los inversionistas por las cadenas productivas ya existentes, y que además implican el acceso a un mercado de más de 480 millones de personas.

Si bien una parte importante de las inversiones vienen buscando el acceso al mercado de los Estados Unidos, tanto Canadá como México significan mercados nada despreciables que dan mayor certidumbre y posibilidades a los inversionistas. Por mencionar ejemplos, y a pesar de la dependencia de México de la economía de su vecino más cercano, ya se han podido observar casos como los de instituciones financieras y la misma industria automotriz, en donde nuestro país sobresalía mientras los mercados de Estados Unidos y Canadá se contraían.

Asunto de seguridad nacional

El bloque norteamericano, por la extensión de su territorio y las condiciones geográficas, da acceso a los tres países, a recursos estratégicos que no solo se vuelven importantes en el aspecto comercial, si no incluso en temas de seguridad nacional.

 Los políticos ven la oportunidad de ganar votos mediante una política populista contra el Tratado de Libre Comercio, pero para otras instancias dentro del gobierno que se preocupan por la estabilidad y seguridad del país, una buena relación con los países vecinos es de alta prioridad. La buena relación y cooperación permiten a los Estados Unidos contar con dos aliados que flanquean sus fronteras al Norte y al Sur, pero que además en caso de situaciones adversas le permitirían tener acceso a recursos materiales que pudieran estar disponibles dentro del territorio comprendido por los 3 países.

 Por las razones aquí presentadas, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte no es un tema que deba ser abordado por la política, en realidad es la iniciativa privada y la sociedad quienes deben negociar la nuevas condiciones del tratado en busca de beneficios comunes.

 El sentido común nos dice que Estados Unidos, así como sus socios comerciales, se beneficia en muchos sentidos de este tratado. Muchos de los beneficios no son evidentes a primera vista, pero no por eso dejan de ser estratégicos e importantes. El problema actualmente es que su presidente no necesariamente atiende a la lógica, y en busca de mantener a su base de seguidores contentos, podría actuar en contra de los intereses de su país.

El equipo negociador de los Estados Unidos, y la iniciativa privada representante en esta revisión, no comparten su visión y están a favor de buscar la manera de actualizar dicho acuerdo de forma que se ajuste al contexto actual de la región y la economía mundial.

Los resultados de crecimiento durante los años en que el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica se muestran positivos y han contribuido al desarrollo de la región, pero también el contexto desde sus inicios ha cambiado de forma dramática, por lo cual se debe poner atención para que este permita avanzar hacia una mejor integración y mayor beneficio de la población que integra este bloque.

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