El mundo, hoy en día, está bombardeado de contenido publicitario, por donde quiera que vayamos o por donde quiera que nos movamos, siempre habrá una marca intentando vendernos algún producto o servicio. Si bien serán muchos los que intenten conseguirnos como clientes, solo algunas marcas nos enamorarán y lograrán convertirnos en fieles consumidores, pero, ¿A qué se debe?
Mucho se ha hablado sobre la importancia de la cultura organizacional, el mismo Simon Sinek en su libro ‘Start with why’, enfatiza el crucial papel que juega el propósito de una marca por sobre todo esfuerzo de venta extra. Ahora bien, es cierto que el propósito y la cultura de la empresa serán vitales para conectarse con los clientes, pero el vehículo de conexión muchas veces parece difuso.
A diario aparecen nuevas marcas, con identidad sólida y con una misión o un ‘por qué’ bien identificado y simplificado. ¿Cuál es el problema?, Que aún no saben cómo darse a conocer, no saben cómo llegar a la mente de sus clientes potenciales. En otras palabras, tienen una mina de oro en una isla desierta, sin saber cómo llegarán a la civilización.
Aunque la mercadotecnia digital será, sin duda, uno de los mejores aliados para la promoción de tu marca, no debemos olvidar que, como ya se mencionó, los consumidores están expuestos a miles de impactos publicitarios todos los días. Por esta razón debemos buscar una forma de sobresalir, de resaltar por sobre todos los demás y evocar al mejor detonador de la compra: las emociones. Aunque algunas imágenes nos ayudarán con ese cometido, el elemento perfecto será la música.
Tan solo recordemos los comerciales o publicidad que viene a nuestra mente al pensar en una canción o melodía, como la melodía de STEREN. Probablemente el producto o servicio ofrecido no era de nuestro agrado, pero el material se convirtió, sin duda, en una experiencia memorable, diferente a todos los demás impactos publicitarios.
La música ha demostrado ser una herramienta catalizadora de emociones, que nos transporta de un estado de ánimo a otro, o potencializa aquel en el que nos encontremos. A todos nos ocurre, nuestro ‘mood’ va a decidir las canciones que pondremos para escuchar en el auto, en el trabajo, cuando estamos solos, etc.
Así pues, las empresas pueden hacer uso de la música para entregar el valor de su marca, el vehículo emocional perfecto para generar un vínculo leal y duradero. Según un experimento efectuado por la Universidad de Leicester, en la sección de vinos de un gran supermercado, el 77% de los clientes compraron un vino francés el día que se utilizó música francesa de fondo.
Recordemos también cuando la marca HP utilizó una canción de la cantante Meghan Trainor para promocionar su tablet. Dicha campaña generó un incremento en ventas del 26% en 12 semanas.
Ahora bien, una marca no puede poner cualquier canción para sus campañas, deben ser cuidadosamente seleccionadas y combinadas con otros elementos visuales o sensoriales. Para lograrlo exitosamente deben tomar en cuenta:
1. El mensaje que se desea transmitir: La canción o melodía que se decida utilizar para la campaña debe estar relacionada de alguna manera con el mensaje que se desea hacer llegar a los consumidores. De nada servirá promocionar un producto con una canción completamente fuera de sí, al contrario, generará extrañeza y disgusto para tus clientes.
2. Canción o melodía: Si bien el o los artistas de la canción utilizada serán también un instrumento de promoción, debemos considerar la creación de una melodía propia como una alternativa mucho más personalizada. Un artista podrá vender los derechos de su canción a otras marcas en algún momento, comprometiendo tu campaña, pero si se trata de un jingle o una melodía propia, las posibilidades se reducen a prácticamente cero. Además, logran transmitir exactamente las emociones que deseas y pueden convertirse en un tema pegajoso que nadie olvide; como lo es Rappi con sus característicos silbidos entusiastas.
3. Duración de la campaña: Es importante definir si la canción o melodía será utilizada únicamente para una campaña, o como parte de la identidad de marca. Esto permitirá realizar un costeo y, con ello, tomar la mejor decisión. Además, es importante recordar que la repetición constante no siempre es buena, cuantos de nosotros no terminamos odiando una canción por escucharla tantas veces seguidas. Por ello, una marca debe tener cuidado con esto.
Sin duda, la música representa una de las expresiones emocionales más hermosas, se puede sentir tanto y sin decir una sola palabra. La música le permite a la gente transportarse a memorias basadas en lo emocional, por ello, apoyarse de esta herramienta para conectar con los consumidores será una de las mejores inversiones y estrategias que puedan tomar los negocios.
