Desarrollar una idea de negocio hasta ser exitosa implica creatividad, trabajo y pasión. Pero la mayoría de las veces esto no es suficiente si no se cuenta con el capital adecuado para transformarla en realidad.

Contar con los recursos económicos suficientes para iniciar un proyecto y mantener su operación es una cuestión de vida o muerte para el negocio, y de hecho es una de las principales razones por las que muchos fracasan antes del primer año de operación.

Por esta razón es de suma importancia llevar a cabo el cálculo correcto de los requerimientos de capital, de forma que se pueda fondear el proyecto mediante las fuentes de financiamiento más adecuadas.

En esta ocasión vamos a hablar específicamente de uno de las fuentes de financiamiento más comunes para los emprendimientos, el cual se conoce como “Family, Friends and Fools” (FFF).

Family, Friends and Fools

Este término se refiere al fondeo que se da a través de la aportación de recursos por parte de un familiar, amigo o “tonto” (Familiy, Friends and Fools). El término de “tonto” puede parecer agresivo, pero se basa en el hecho de que a diferencia de los familiares o amigos, una persona ajena no tiene ningún compromiso, lazo familiar o afectivo con la persona que va a financiar, por lo cual corre un riesgo más alto.

Por lo regular este tipo de financiamiento se da a manera de préstamo, y el emprendedor se compromete a reembolsar a su benefactor el monto total de su aportación, con o sin un interés de por medio. Este suele ser un apoyo de buena fe, por lo cual muchas veces no se establece una tasa de interés o esta no es muy alta.

Con la misma buena fe, el emprendedor beneficiado debe buscar que el poder adquisitivo de su benefactor no se vea reducido, por lo cual en este artículo ponemos a consideración un método que puede facilitar el pago a un acreedor de manera justa, el uso de la UDI.

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El miedo a la UDIs

La UDI (Unidades de Inversión) existe desde el 4 de abril de 1995, y se comenzaron a utilizar después de la crisis económica de 1994-1995 como una unidad de valor para solventar obligaciones de créditos hipotecarios u otros actos mercantiles y financieros.

Su característica principal es que su valor se incrementa diariamente de acuerdo con las variaciones del INPC (índice de precios al consumidor), por lo cual podemos concluir que esta unidad integra la inflación. El día en que se comenzó a utilizar, el valor de la UDI correspondía a 1 peso por cada Unidad de Inversión. Al 1 de enero de 2019 su valor era de 6.245487 pesos por UDI, lo cual significa que desde 1995, la inflación acumulada supera el 600% de incremento.

Datos como el anterior han hecho que mucha gente tenga miedo sobre el uso de la UDI como referencia, sin embargo para muchos casos como lo fue en su momento la etapa postcrisis, esta es una opción menos compleja y más justa.

Previo a la crisis de 94-95 las tasas de interés eran variables, lo que implicaba que cada mes podían variar constantemente. La tasa de interés de referencia superaba el 60%, lo cual provocó que la deuda de los acreditados creciera de forma impresionante. Sin embargo esta situación ya no es así, y la inflación se ha mantenido alrededor del 5.5% anual en los últimos 12 años.

¿Pero porque utilizar UDI?

 Pongamos un ejemplo: 

 Si una persona nos presta el día de hoy $100 que hoy le equivalen a comprar un combo específico en una cadena de comida rápida, dentro de un año debido a los efectos inflacionarios, esos mismos $100 pesos le serán insuficientes para el mismo combo.  La inflación acumulada en ese periodo, que representa el aumento de costos de los insumos requeridos para su elaboración, seguramente ya habrá sido reflejada con un incremento en su precio. Por esta razón, la persona que nos presto dinero no podrá adquirir lo mismo que un año antes.

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 Utilizar UDI como base nos permitiría asegurar hasta cierto punto que la persona que nos ha financiado no se vea afectada por una disminución en su poder adquisitivo. Incluso si se quiere considerar una tasa de interés, y no se quiere entrar en las complicaciones de calcular un interés compuesto, es más sencillo convertir la UDI y sumar directamente un porcentaje de interés a la deuda.

 De esta forma nuestro acreedor obtendrá un porcentaje específico de beneficio sobre el monto que nos prestó, y podrá comprar básicamente los mismos bienes que en el momento en que hizo el préstamo.

La información sobre la UDI se publica todos los días en los principales diarios, así como en el DOF, o puede ser consultado directamente en la página del Banco de México (http://www.banxico.org.mx/

SI CONVIERTO EL 2 DE ENERO DE 2018

pesos

EQUIVALEN A:

UDIS ($5.937773 por UDI)

UN AÑO MÁS TARDE PUEDO CONVERTIR ESAS MISMAS

UDIS

QUE EQUIVALDRÍAN

pesos

Estos $104.96 ahora reflejan la inflación acumulada entre el 02/01/2018 y el 01/01/2019, por lo cual si hubieramos utilizado esta unidad como base para el pago de una deuda estaríamos asegurando que la deuda se saldaría con una cantidad que cubre la pérdida de valor adquisitivo de la cantidad original.