(Bloomberg) — Hace dos meses, Amazon.com Inc. suspendió los pedidos de miles de proveedores, sin dar una explicación. El pánico se desató, hasta que los pedidos se reanudaron discretamente semanas después. Amazon dijo que la pausa fue parte de una campaña para eliminar productos falsificados. Los proveedores respiraron aliviados.

Pero ahora viene una purga mayor, y más permanente, que cambiará la relación entre el mayor minorista por internet del mundo y muchos de los proveedores con los que tiene relación desde hace tiempo.

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